A 30 minutos de Zaragoza en lo alto de un monte, se alza el antiguo Rodén, un pueblo abandonado en la guerra civil y, literalmente desvalijado para fortificar las trincheras y demás necesidades en el frente de Belchite y cercanías.
En una típica mañana zaragozana dónde el cierzo campaba a sus anchas, era arriesgado pasear, por llamarlo de alguna manera, entre sus ruinas intentando mantener el equilibrio, a la vez que mirabas de reojillo que algún pedrusco no te cayera encima.

Es muy difícil imaginar cómo fue antes ya que está bastante deteriorado, y no tienes claro cuando termina una casa y empieza otra.
Vista de la torre de la iglesia
Algunos muros en el otro lado.
Lo que sí que me llamó la atención es la cantidad de alabastro que había entre los escombros de los edificios caídos, parece ser, que tanto la iglesia, como sus casas, estaban construidas con esta piedra.
¡¡¡Cuidado Rodén que viene el tren!!!
El caprichoso destino ha querido que el viaducto del tren de alta velocidad pase a escasos metros del pueblo abandonado, aportando al lugar una imagen bastante curiosa.
He aquí el grupo de atrevidos fotógrafos desafiando al cierzo y al frío.
Una visita muy recomendable
Me ha encantado y me ha dado un poco de envidia. A ver si la próxima vez me
apunto. Un beso.
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Muy lindas tus fotos!!
Saludos desde Argentina 😀
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Muchas gracias! !!!
Un saludo
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