Situado en las faldas del Moncayo, el antiguo hospital destinado a curar a los tuberculosos desde los años 40 hasta los 70, no fue, ni mucho menos construido para tal fin.
Puerta de entrada casi irreconocible.
En un principio su actividad estaba pensada como centro de ocio para la gente trabajadora, pero el inicio de la guerra civil truncó su destino, el gobierno expropió el terreno y lo acabó utilizando como sanatorio para tuberculosos.

Jardín al que daban las famosas terrazas de reposo
Cuando cerró sus puertas en los años 70 estaba íntegro, pero el saqueo constante lo ha deteriorado convirtiéndolo en un edificio en ruinas, peligroso y vacio.

Lo que queda de la antigua cocina.
Sin entrar en los mitos y las leyendas, la realidad del Sanatorio de Agramonte y su verdadero peligro reside en arriesgarte a entrar, que se desplome lo que queda en pie y lo haga contigo dentro.

Antigua capilla
Resto de las fotos realizadas al sanatorio, incluye una foto del sanatorio en toda su plenitud. No queda ni la sombra de lo que fue.




Sanatorio de Agramonte, lo pudo ser, lo que realmente fue y como terminó
Muy interesante, Ana. Y las fotos estupendas.
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